jueves, 21 de enero de 2016

Nieve en Trnava

Llega el frío propio del país y de la época; llega el invierno.

Los campos ya no son verdes, lucen amarillentos quemados por las heladas y las temperaturas que ya no suben de los cero grados.
Nieva suave, a ratitos, y a veces amanece la ciudad cubierta por el manto blanco que tanto esperaba.

Niños en trineo en cada pequeño alto del terreno.
Huellas de cada bota que piso antes que yo mi camino.
El crujir único y bucólico bajo mis pies.

Para los amantes de la nieve cada detalle que nos ofrece es romántico, es hermoso, es sencillo, pero es perfecto.











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