Cuando uno ve un ballet en vivo y directo siente que los cuerpos en escena son ligeros como plumas, que si lo desearan, podrían, incluso, echar a volar. Esa es la sensación que impregna nuestra retina, pero no es más que un efecto óptico provocado por años de esfuerzo e incontables ensayos y clases.
Aqui en Avilés, Myrian Chamorro prepara bailarinas (y algún bailarín), desde las más pequeñas hasta las más mayores. Agradezco la oportunidad de poder asistir a una de sus clases de nivel avanzado, en la Escuela de Danza de Myrian Chamorro y Mónica Nuñez, y fotografiar esos "cuerpos volátiles".
Entrada de la academia. Oscar, el profe de latinos, espera para entrar con sus alumnos.
A través de la spuertas podemos "cotillear" las otras clases. Ahora mismo, Nuria da sus clases de danza moderna.
Y llegan las chicas de ballet...
Calientan y a la barra...
Y al centro...
Impaciente por ver la coreografía finalizada en junio.
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